Disculpen la sequía de este verano y denme un voto de confianza para el otoño, por favor. Un mundo mejor para los caracoles volverá con nuevas aventuras a mediados de septiembre. Mientras tanto, espero y deseo que sigan trabajando por ser caracoles de bien.
Y como me fascinan los feed back en general, por didácticos y misteriosos, me despido con una pequeña lista que malamente resume lo que he aprendido este verano y que, espero, pueda servirles para algo. ¿Ustedes ya han hecho la suya? Me encantaría leerla ;-)
He aprendido
Que no es necesariamente doloroso volver al lugar donde has sido feliz, por mucho que diga Sabina.
Caminante, que sola es constructivo y en compañía, saludable.
Que las palabras duelen y los camareros no sirven, atienden (bueno, ésta ya me la sabía).
Que es altamente perjudicial trabajar en negocios familiares.
Que la adquisición de cierta rutina contribuye a la armonía del cuerpo y la mente y la ausencia de ésta, desestabiliza. A veces para bien, generalmente para mal.
Que la ingestión continuada de Kiss FM y/o Los 40 principales puede provocar brotes sicóticos.
Que uno puede desarrollar su intelecto en cualquier parte, aunque hay contextos más propicios para ello que otros.
Que las pasiones a veces juegan malas pasadas y yo me siento incompleta si no le doy al teclado a diario. Próxima tarea: indagar en la esencia de las pasiones.
Que me entristece pensar que no he podido caracolear a mis anchas estos meses. Ni tan siquiera he nombrado a Raimundo, Eva o Demonio, mis parroquianos favoritos. Jo.
Que Ciudad Real es una cosa que me encanta.
Que la aceituna gazpacha de Mercadona es un verdadero manjar, casi comparable a la paella de mi madre. Casi.
Que siempre hay cosas que se quedan en el tintero y no pasa nada.
Nos vemos en un ratito, caracoles.
2 comentarios:
Que se debería prohibir la paella en toda España.
Que se os debería multar a todos los que habláis de paella, y deteneros a los que incluso osáis a poner fotos xD
No tienes corazón, ot
:(
Publicar un comentario