- ¿Nos vamos de putas, mama?
- Ay hija, qué cosas me dices.
- Mujer, no te asustes. Nunca se me ocurriría ir de putas contigo. Me refería a que este fin de semana podríamos compartir nuestra paella con las empleadas del sexo.
- ¿Empleadas? Qué poco sabes de la vida, Nata. Si están todas obligadas, explotadas, maltratadas, chantajeadas... ¿Acaso no has oído hablar de la trata de blancas?
- Sí, ya sé que hay todo un sucio y peligroso negocio detrás de la prostitución pero también me consta que hay un porcentaje, por mínimo que sea, de personas que trabajan con su cuerpo en pleno ejercicio de su libertad. Lo hacen porque sí o por motivos varios y también porque, como apuntan todas ellas, mientras haya hombres, habrá putas.
- ¿Y las mujeres? ¿Pagarán por sexo las mujeres?
- Pues claro que sí, mama.
- Nena, tú no hagas eso.
- Para tu tranquilidad te diré que nunca lo he hecho y dudo mucho que alguna vez lo haga. Eso sí, después de mucho pensarlo, te cuento que no veo nada malo en el hecho de que una persona pague a cambio de tener relaciones sexuales con otra persona dispuesta, sin coacción alguna, a ofrecer dichos servicios.
- Eso es una guarrada, Nata.
- Qué va a ser una guarrada, mama. Es sexo.
- Entonces, ¿crees que se debería legalizar la prostitución?
- Mira, yo no sé.
- Es un asunto complicado, ¿verdad?
- Pues sí. Por lo visto, en Holanda la situación ha empeorado desde que se legalizaron los burdeles ya que el tráfico de mujeres ha aumentado considerablemente desde entonces y en Suecia, han optado por multar a los clientes. Piensan que si logran acabar con la demanda, se terminará la oferta.
- Anda, mira, pues a mí lo de los suecos no me parece tan mal.
- Que no, mama, que no. Que ese tipo de demanda va a existir siempre y no hay nada inmoral en ello, no te engañes. ¡Libera tu mente!
- Sé sincera, ¿no te parece algo denigrante para la mujer?
- No sé tú, pero yo soy consiciente de que, en el día, prostituyo cachitos de mi persona mucho más valiosos que mi cuerpo a cambio de nada o de muy poco. ¿Denigrante? Supongo que habrá clientes que hagan lo propio para que la prostituta en cuestión se sienta denigrada pero también pienso que, como todo, será una cuestión de actitud.
- Bueno, pues, dime cuál es tu propuesta.
- Jo, es que es un asunto complicado. Según los políticos, lo más urgente es acabar con la explotación y todo apunta a que se trata más bien de un asunto de política exterior que interior. Es decir, se trata de un problema que debería solucionarse en los países de origen de las mujeres traficadas.
- ¿Según los políticos?
- Sí, bueno, yo también considero que la trata de blancas es un problemade primerísima urgencia y sería genial que, ahora que el tema de la prostitución ha vuelto a salir a la palestra, se tomaran medidas efectivas contra este grave delito de una vez por todas. Pero no es menos cierto que ya va siendo hora de que la sociedad asuma sin poner el grito en el cielo que hay quien demanda sexo a cambio de dinero y también hay quien lo ofrece sin que por ello ninguna de las partes vea menoscabada su dignidad. Es sexo, ni más ni menos.
- No acabas de convencerme, Nata. El sexo es el fruto del amor entre dos personas.
- Sí, bueno, ésa es otra modalidad.
- Mira, hija, prometo reflexionar sobre todo esto que me dices pero, de momento, creo que se me han quitado las ganas de hacer una paella.
- Tú misma, mama. Piénsalo, pero piénsalo bien. Luego me dices qué medidas se te ocurren para acabar con el vacío legal que existe en España respecto a la prostitución en general. Eso sí, te advierto que me decepcionaría enormemente que llegases a conclusiones similares a las del gobierno sueco.
Y ustedes, caracoles, ¿qué dicen al respecto?
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Durante la redacción de este post, el corrector de Word ha tenido a bien subrayar en rojo las palabras “puta”, “prostituta” y “prostitución”.
4 comentarios:
¿Y por qué cuando algo está mal se subraya con rojo y no con azul, por ejemplo? ¡Madre mía, cuántas cosas hay que cambiar todavía!
Me has hecho reír con los del Word, a ver cuándo te decides a usar linux que es más antisistema, jajaja.
Besos, y estudia ehhhh!!! Montse
¿Tú crees?¿Me pongo linux? Me sé de unos cuantos ángeles de la guarda que se echarían a temblar si les dijese que "voy a instalar" linux en mi ordenador...
No te imaginas la de crímenes que puedo llegar a perpetrar con Windows...
:( Jo, pero la filosofía linuxera me maravilla, que conste.
Por cierto, la última de Word: también subraya en rojo (sí, en rojo, para más inri) la palabra "tonto".
Estudiar no mola, Montse
Qué cosas, eh. Ala, me voy a dormir.
Hombre, si te instalas Linux yo saldría ganando, ya que no tendría que ir a tu casa xDD (tendrías que enseñarme tú a mí).
¿Tú me lo preguntas? Linux eres tú, o mejor dicho, Linux es tu filosofía, así que no sé a qué esperas.
A veces hay que hacer cosas que no molan, así que a estudiar, no hay otra opción.
Besos, Montse
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