domingo, 11 de octubre de 2009

La historia más triste jamás contada o Yo también soy Carlos Otto (V)




Érase una vez la justicia, caracoles. En un lugar muy lejano, érase el amparo legal ante las injusticias. Apestoso y definitivo despido procedente de Carlos Otto, el periodista que fue despedido por publicar un artículo de opinión en su blog personal. ¿Que por qué es apestoso? Porque huele fatal.


Esperemos que haya más suerte en las querellas por injurias y calumnias. Esperemos que no haya que apelar a la suerte.

Disculpen la brevedad de la entrada, la rabia es lo que tiene.

2 comentarios:

Montse dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=0r4gYWdSkJs

Como dice Ismael Serrano, "las hostias siguen cayendo sobre quien habla de más" y ya sabemos que para los "demócratas" hablar de más es decir lo que a ellos no les interesa oír".

A pesar de todo, hay que seguir intentando ser nosotros mismos.

Un abrazo para Otto y otro para ti. Montse

¿Quién? dijo...

Gracias, Montse! Papá cuéntame otra vez..

Sí, a pesar de todo.. Jo.

Un abrazo!