martes, 15 de julio de 2008

¿Qué no arreglará la paella de mi madre?




Al mismísimo Hollywood, caracoles. Ahí nos hemos plantado Marian y yo este fin de semana que se ha extendido más de lo que el sábado y el domingo exigen. Como mi madre está ultimando los detalles de la boda de mi hermana, ha preferido no salir de viaje (eso sí, nos preparó 10 buenos tupperwares cargados de generosas raciones de paella) y Saudade, por su parte, se encuentra en uno de sus necesarios retiros espirituales.

Marian y yo quisimos darle una sorpresa a nuestro viejo amigo Steven Spielberg, estábamos deseando ver la cara que ponía cuando nos viese al otro lado de la puerta después de tantos años y, efectivamente, así fue. Qué de abrazos y sonrisas, caracoles, y hay que ver lo bien que se conserva ese hombre, el ingenio que gasta y la mente calenturienta que ha ido ganando con los años.

Por fin conocimos a su esposa, Michelle, y a sus dos hijos: Tom y Adolf, jugamos con su perro, nos bañamos en su piscina y comimos paella, claro. Cuando ya todos estábamos al día de las útlimas novedades de nuestras vidas, Marian y yo hicimos saber a Spielberg que, si bien ardíamos en deseos de un reencuentro, nuestra visita no había sido del todo desinteresada:

-Ste, hemos hecho una versión de “The Goonies”, dijimos. Bueno, a decir verdad, no es una versión propiamente. Digamos que en nuestra peli aparece lo que nunca se vio acerca de Micky, Data y Gordi y su futuro, que ahora es presente. El caso es que nos hemos tomado la libertad de seleccionar algunas imágines de tu película para llevar a cabo la nuestra, no te importa, ¿verdad?

-¡Cómo me va a importar! Bobadas. Nunca me he pronunciado acerca de eso que llaman propiedad intelectual pero, como persona creativa que soy, soy consciente de que las ideas necesariamente surgen de otras ideas. Además, conociéndoos como os conozco, estoy seguro de que vuestra película no es un plagio sino una obra derivada de mi obra, ¿Me equivoco?

-Nosotras no lo hubiésemos dicho mejor. Muchas gracias, Stev. No, no te equivocas.

-Nada de agradecimientos, mis goonies son vuestros gunis. Decidme chicas, ¿cómo habéis conseguido volver a unir a los muchachos?

- Fueron ellos los que se pusieron en contacto con nosotros. Resulta que nos encontramos a Micky, Data y Gordi en las tascas de la feria, en Albacete, empezamos a hablar y acabamos trazando el esquema del vídeo que contaría su historia. Hubiese sido prefecto que Bocazas y los demás hubiesen podido participar pero fue imposible coordinar nuestras agendas, ya sabes.


- Qué me vais a contar a mí de cuestiones de agendas... Bueno y ¿cuándo podré ver vuestra película?

- Faltan unos pequeños retoques. En cuanto la comprimamos, te la hacemos llegar por la red.

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