lunes, 15 de septiembre de 2008

Rebeca

Cuando llegué a Cuernavaca, una tal Rebeca de Pamplona hacía las maletas para volver a España. Sin ella saberlo, Rebeca fue el nexo con los que serían mis futuros amigos, amantes o compañeros.

-¡Chido! ¿Eres española?

-Sí

-¿Conoces a Rebeca? Es española también y también estudia en la UAEM.

-No, no la conozco pero casi creo conocerla. ¡Todo el mundo me habla de ella!

Y así empezaron la mayoría de las relaciones sociales que tuve en México, gracias a ella. Si no he entendido mal, parece ser que una tal Rebeca de Murcia ocupó la misma habitación en la que ahora duermo yo y trabajó en el mismo orfanato por el que ahora pulula quien les escribe. Gracias a esta nueva Rebeca empiezo a mantener breves conversaciones con el que va a ser mi entorno por aquí y es por cosas como ésta que ya no tengo miedo a adentrarme en un mundo completamente desconocido y ajeno. Yo creo en Rebeca.

Lo que sigue a continuación no lo quiero decir en voz muy alta, es más, ni siquiera voy a releerlo (disculpen si se me cuela alguna errata) por miedo a que se rompa el hechizo: también creo en las hadas. Y es que, caracoles, no siempre es así pero existe cierto compromiso de reciprocidad en el ambiente que, bien usado, puede permitirnos estar a gustito en cualquier parte. Sin ser yo ninguna Willie Fo, no puedo evitar echar una miradita atrás sin confirmar que, allá donde he plantado mi trasero, he topado con una buena persona al lado. Con un compañero. He de reconocer que, a día de hoy, el contacto entre Selene, Tom y yo ha degenerado considerablemente desde nuestra estancia en Dublín, por ejemplo, pero estoy segura de que a los tres nos queda el buen sabor de habernos hecho felices mientras compartíamos la lluvia y la cerveza irlandesa. No obstante, he decir que, en según que relaciones no me satisface lo más mínimo la sensación de lo efímero, sobre todo, porque mi yo no se identifica con ese concepto. No me agrada ir de paso por los sitios, aunque muchas veces “yo sólo pasaba por ahí”. Sin embargo, como les digo, la relación con Selene y Tom it´s not the same and so it is, mal que me pese, mal que ni yo misma haga nada por evitarlo.

Cómo continuará la amistad con Agnieska y Nills, yo no lo sé. Hasta la fecha, ambos representan para mí el hada madrina que, por suerte, azar, destino o vete tú a saber, encuentro en cada nuevo lugar (sin ser yo una Willie Fo, ya dije). Agnieska y Nills son dos de esas personas especiales que no abundan y, sin embargo, existen en todas partes. Aunque no hablemos el mismo idioma.

Siempre hay una Rebeca que me precede, que me abre las puertas. Y no es por inconsciente o valiente es que haga las cosas, sino por la certeza de su existencia y, sobre todo, por la de las hadas madrinas. Siempre habrá una Rebeca que me eche un cable y un hada que me acompañe. Aunque no la necesite en sentido estricto, Duendazina.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

admiro tu optimismo/realismo..

un ejemplo a seguir para mi, créeme..

laurita

¿Quién? dijo...

Brindemos, laurita, brindemos. Porque en ellos, en el amor y sus fracasos, fue donde realmente supe por primera vez de Rebeca. Y ella fue un ejemplo a seguir para mí.

Chapeau, si te unes a la cadena. Hay sitio y vida para todos. Porque ni optimista ni realista: viva, que no es poco.

Un abrazo enorme

cohete dijo...

Hola chati, te echamos de menos, sobre todo yo, qué te voy a contar!

Aquí todavía anda rulando la Feria, se hace un poco eterna, y yo y mis circunstancias inciertas (toavía no tengo ordenador, ni ´sé nada de lo de Valencia...) ayer se despidieron de Ana Torres, que marchó rumbo a África... Dijo que intentaría hacer un blog!

Aunque es menos desconsolador que la gente se vaya cuando uno sabe que uno mismo marcha también, así que me rio de esta ciudad y de su estúpida feria que lo único que me ha dado es una infección de garganta, jojojo

No sé como lo verán tus lectores, pero una, que trabaja con imágenes, no se conforma con tus noticias, relatos dactilográficos, excelsos pedacicos de corazón,y quiere ver una fotografía :)

Un beso fuerte, chussii

cohete dijo...

PD:

Es curioso, porque la peli de Hitckcok, "Rebeca", trata de una señora que se casa con un hombre, viudo de una mujer llamada Rebeca, cuyo recuerdo no deja de abandonar la casa en forma de espíritu o algo así

Apunte 1: la peli es de miedo
Apunte 2: Es debido al vestuario de la señora del film que a los jerseys de verano se les lama rebequitas :)

http://es.wikipedia.org/wiki/Rebeca_(pel%C3%ADcula)

Anónimo dijo...

y yo sin saber que estabas en el extranjero, ni México ni Dublin; pero sí sé sin embargo que las hadas existen, que ya sabes lo que opina el señorito Pan, que si dices en voz alta que no existen o que no crees en ellas, una de ella muere. ¡Pues que vivan!

He tenido la misma sensación que tú muchas veces. Algo bueno he debido hacer en otra vida, cuando era un pez o un crustáceo, para que siempre haya alguien bueno a mi lado.

Que vivan las hadas, la buena gente que camina a nuestro lado y las rebecas de las historias como ésta y, por qué no, que vivan también las rebecas del verano, que ya empieza a refrescar

Mua!

Sonia dijo...

El sábado vi la última obra de Carpe Diem. Me dolió un poco el culo de estar sentada y la cara se me quedó seca por no maquillarla esta vez. En cualquier caso la obra me gustó: "La sombra de Rebeca".

Puntos y conexiones.

Ahora, hotmail.

¿Quién? dijo...

Pensaba que lo de Hitckcok era una leyenda urbana pero, no, si lo dice la wikipedia...

Mi cámara nueva y yo prometemos fotos. A lo mejor me hago un flicker de ésos y to! Ea.

Yuju! hotmaaail!

Larga vida a las hadas, sí señora.