Hace mucho tiempo que no hacemos una huelga en condiciones, ¿no? Los de ahí arriba ya se han acostumbrado a que los fines de semana Un mundo mejor para los caracoles no actualice y han dejado de interpretarlo como algo personal. Pues muy mal, queridos peces gordos de todos los ámbitos habidos, por haber y por manipular, la no actualización de los fines de semana siempre va por, mejor, en contra de ustedes, que lo sepan.
Como ha pasado septiembre y ha empezado octubre (el mes de la Revolución, ya saben); como parece que lo de esa crisis que dicen está causando serios estragos y el pueblo saharaui sigue sufriendo una enorme injusticia, vamos a ampliar la duración de nuestra habitual huelga de silencio, ¿qué os parece? Como Sarah Palin y McCain siguen en sus trece y, con ellos, otros tantos seres anónimos pero igualmente despreciables se empeñan en dejar a un lado cualquier atisbo de sentido común y sensibilidad, Un mundo mejor para los caracoles ha considerado conveniente recordar que, aunque sus palabras sean necias, nosotros no hacemos oídos sordos.
Durante esta semana estaremos en huelga de silencio, sí, pero no vamos a callarnos eternamente. Tenemos muchas cosas que decir y otras tantas acciones con las que actuar. A pesar de que, a mi juicio, la
psicología conductista hace aguas por muchos lados he de reconocer que tiene cierta utilidad a la hora de corregir los comportamientos más caprichosos de algunos niños (que, dicho sea de paso, no fueron educados
debidamente en su momento), por eso, queridos peces gordos de todos los ámbitos habidos, por haber y por manipular, os castigamos con unos diez días de silencio. Para que recapacitéis.
4 comentarios:
joder...como dura esta huelga...
nena, vuelve ya de la huelga!!
comunista! masona! roja!!
Pues muchas gracias por tu presentación y por tu visita, Chumi. Todo un honor para mí.
Era justo y necesario ampliar nuestra habitual huelga de fin de semana, caracoles. No ha sido nada fácil para mí no caracolear cibernéticamente durante tantos días. Ya volvemos, ya.
Gracias por esos piropos, otto.
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