lunes, 30 de marzo de 2009

¿Qué no arreglará la paella de mi madre?

Estuvimos en Londres, caracoles. Preparamos paella para todos aquellos que se echaron a la calle a exigir que su voz sea oída por esas 20 corbatas que parecen olvidar que trabajan para nosotros. Para que no dejen de tener en cuenta que hay quien quiere mirar para otro lado y seguir otro camino distinto al que nos “conducen” a seguir. En líneas generales, nuestros comensales de esta semana exigían que los puntos de partida de las acciones políticas sean siempre sociales para, desde ahí, llegar a las cuestiones económicas. Y no al revés. Ya saben, por aquello del mundo justo y sostenible.


Se hicieron oír, mi madre y yo podemos dar fe de ello. No obstante, son muchos los oídos sordos y, bueno, si sus reivindicaciones cayeron en sacos rotos o no, lamentablemente, es algo que -por ahora- se ve limitado a las conciencias de esas 20 corbatas. Eso sí, la presión está ahí y eso ya es un grado.


Amelia y yo los esperamos en el Hyde Park. El olor de la paella de mi madre les indicó el lugar exacto en el que aguárdabamos a su llegada y llegaron, vaya si llegaron. Allí nos juntamos, ingleses, húngaros, mexicanos, franceses, lituanos. Gente de todas partes, gente que hablaba de Afganistán o Palestina, gente con listados de zonas en las que, hoy, en pleno 2009, hay quien se muere de hambre, el cambio climático, la crisis, ay, qué clase de mundo hemos construido... Mi madre y yo sugerimos el relajo general ya que los efectos del arroz de Amelia pierden gran parte de su potencial si uno no los digiere con buena gana y conseguimos pasar un buen rato: charlamos, bailamos sevillanas y polcas, hicimos malabares y acrobacias varias...


Había también, aún no se lo he dicho, un buen puñado de españoles divididos en diferentes grupos atendiendo a diferentes demandas: antimilitaristas, greenpeaceros, etc. A muchos de ellos los reconocimos por la cara de españoles, así, sin más y a otros los descubrimos por las eñes que lucían en sus pancartas. Ésta era una de ellas.


“España se la chupa al sistema”


Un lema irreverente pero claro y conciso. Quizá no sea el más adecuado, el más “para todos los gustos” pero tampoco es un lema para poner el grito en el cielo, ¿no les parece?


Pues hubo quien lo puso, caracoles. Resulta que a la vuelta del viaje leí este artículo y no salí de mi asombro. Les copio un fragmento:


“La leyenda de la pancarta habla por sí sola. Será mejor no mancillar el teclado reproduciéndola. Sólo subrayar que sin duda elevó el nivel intelectual de la protesta. Como lo elevaron las actitudes soeces y machistas de sus portadores, que marcharon con la bota en bandolera y cantando 'El vino que tiene Asunción.”


Asumiendo el resigo de mancillar mi teclado, repetiré que el lema “España se la chupa al sistema” no me parece desafortunado del todo. El episodio que viene después, por el contrario, si es un poco más peliagudo a la par que interesante, eso sí. Dice Eduardo Suárez que “lo más repugnante” ocurrió cuando una pareja de japoneses se asomaron al balcón del hotel en el que estaban alojados para contemplar la marcha y los españoles dejaron a un lado “El vino que tiene Asunción” para entonar un "¡Enséñanos las tetas! ¡Enséñanos las tetas!" a pleno pulmón:


“La japonesa, claro, no entendía. Y miraba sonriente hacia la calle. Como pidiendo explicaciones ante lo que oía. Un impulso al que los españoles respondieron ensañándose ahora con su compañero, al que decidieron colgarle el apodo de Lucas. "¡Lucas, dile a tu chica que nos enseñe las tetas!", insistieron con saña, antes de que la pareja se refugiara dentro del edificio.”


Como les digo, este episodio resulta la mar de interesante por varios motivos. En primer lugar, es un claro ejemplo con el que representar a ese sector español que busca su sello de identidad (en territorio nacional y extranjero) a base de un comportamiento desenfadado, cateto y, ciertamente, soez. El ensañamiento del articulista refleja a ese otro sector español: el del papanatas y el hecho de que la japonesa no enseñase las tetas demuestra que el tópico de la España de fiesta y pandereta, a veces no es visto con buenos ojos (en territorio nacional y extranjero) y tampoco es secundado (en territorio nacional y extranjero).


Es poco probable que una servidora siga alguna vez una marcha bajo ese lema: España se la chupa al sistema, a pesar de que, insisto, no me escandaliza. No me cabe la menor duda de que ni le pediría a la japonesa que me enseñase sus tetas ni a Lucas, su pene. Seguramente, el comportamiento de este grupejo me avergonzaría de alguna manera. No obstante, como les digo una “co”, les digo la “o”: tras leer el artículo, me imaginé la escena. Me imaginé al papanatas de turno, a los antisistema, al grupejo de aragoneses, a Lucas y su novia y no pude evitar reírme ante tal cuadro.

A los españoles les gusta dar la nota, es uno de los tópicos más tópicos con los que se nos etiqueta pero no es menos cierto que los extranjeros en general, cuando van en grupo, tienden a despelotarse. Quizá los españoles lo hacen más a lo bestia (¡En una marcha contra el G-20!) pero, después de dos veranos trabajando en la costa de Salou sirviendo a franceses, ingleses y alemanes, me permito dudarlo.

Al articulista le faltó echarle la culpa a Zapatero y recrearse, un poquito más, en la decadencia y degeneración de la juventud española que adolece de una falta de principios y valores (probablemente católicos) y que desconoce las normas del decoro y del saber estar. Como les digo, no voy con los aragoneses pero tampoco secundo a los pseudo moralistas que hablan de la buena y la mala educación con una prepotencia que me horroriza y que, de alguna manera, también me avergüenza.

¿Qué dicen ustedes, caracoles?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues te puedo contar que tras leer el articulo y ser yo uno de los que sujetaba uno de los mochos de la fregona, escribi un comentario de unas cuantas lineas contando nuestra version de la manifestacion e invitando a tan prestigioso reportero a preguntarnos en la proxima manifestacion el porque de nuestra protesta.

Magistralmente ha sido censurado y no lo han publicado

¿Quién? dijo...

No me lo puedo creer... En el perıòdıco El mundo hacen esas cosas?
Pues de veras que sıento lo de la censura y, sın conocer vuestra versıòn, sıento el ensanamıento del artıculısta.

Sè que no es lo mısmo pero, sı te anımas, me encantarìa saber sobre vuestra protesta.

'Haga su comentarıo'. Un saludo

Gonzaga dijo...

Digo que no me creo la historia sobre la pareja japonesa. Parece puesta para disimular que el autor del texto es un mojigato. Y si cree que ese lema es machista, apuesto a que es de la misma calaña que niega los derechos laborales a los trabajadores y trabajadoras del sexo. Que me muestren un vídeo, como los de las cargas policiales contra los estudiantes anti Plan Bolonia o contra los manifestantes contra la invasión de Iraq.

En cuanto al lema, baste decir que una de las cosas que más aprecio de "elJueves" es su uso sensato de la obscenidad. Y éste me parece el caso. Habiendo tantos lemas políticamente correctos, mejor salirse de tono. Estoy de acuerdo: "España se la chupa al sistema". ¡Ojalá se la arrancase de un mordisco!

¿Quién? dijo...

No estaría mal que arrancase algo por ahí, no. A mí el lema no me parece desafortunado, ya lo he dicho por ahí arriba y estoy totalmente de acuerdo: lo políticamente correcto ya va teniendo tufillo, afortunadamente.


Y si lo de los japoneses no fue tal y como lo cuenta ese gran profesional de la información, pues más repugnante aún.

Nada, chico, a seguir con la causa a pesar de las piedras en el camino

Anónimo dijo...

Io creo que el lema aun era flojo para todo lo q se merecen i que la población en espanya en general tendria q estar mas que cabreada con todo el sistema actual i los cabrones que cortan el pastel que se nos estan riendo a la cara.

La otra es que tenga que venir un jodido facha, niño de papa sera el, a decir quien es un machista o un alcoholico i quien no, no hace falta decir nombres de borrachos i alcoholicos como el rei. No he dixo su nombreeee...