jueves, 27 de marzo de 2008


Tener un blog es una gran responsabilidad y no sé si podré soportarlo. Yo, como el que tiene migrañas o faringitis, tengo crisis. Crisis, sí, crisis. Sin más. Y no sólo es que las tenga, es que las necesito. La autodestrucción está ahí, tan a mano, que me da no sé qué llevar un ritmo de vida equilibrado durante demasiado tiempo. Así que ayer me llegó la crisis: Nata, no tienes absolutamente nada que decir en el blog. Puedes contar lo que te dé la gana pero has de saber que no estás diciendo gran cosa. Yo, tu conciencia, sugiero suprimas http://www.unmundomejorparaloscaracoles.blogspot.com/

-¿En serio? Hombre, algo diré.
-Que no, que no. No te engañes. Chorradas, estupideces y miserias, no cuentas otra cosa.
-Bueno, pero no soy la única. Además, no pretendo nada. A quien no le guste, que no lo lea.
-Oh, valiente pretexto. ¿Y si los demás se bajasen pornografía infantil tú también lo harías?
- Mira, entre mi madre y tú me estáis dando una semana…jo, yo sólo quería saber qué se siente desde este lado de internet y, bueno, también era todo un reto atreverme a enseñar las cosejas que escribo.
- ¿Te crees Sánchez Dragó o José Antonio Marina? Y encima con esa mierda de título… caracoles…vamos, no me jodas.
- Mira, que te den. Te estás pasando.

Esto es una crisis, para quien no lo sepa. Hay quien le da otros nombres mucho más feos: hepatitis, hernia, hipoglucemia… Yo creo que con éste es más que suficiente: una crisis y punto. Lo mejor que tienen estas movidas es que se superan (véase la foto) pero, eso sí, dejan cierta resaca. Así que, una vez medio superada la crisis mantengo que tener un blog es una responsabilidad que genera .gran cantidad de dudas, conflictos e inseguridades. Nunca lo vi desde esta perspectiva pero ahora lo creo firmemente.

De entrada, en una web 2.0 (yeah) tienes que posicionarte –no necesariamente etiquetarte, con posicionarse un poco es suficiente-: qué blog eres o, al menos, qué blog no eres. Luego está lo de mantenerse, no degenerar; y, bueno, pobre del que se pregunte ¿qué coño hago yo aquí, en la blogosfera ésta? y pille a su conciencia con un mal día, como me ha pasado a mí.

Pienso en el típico inventario de clases de blogs que todos hemos leído alguna vez (freaky, romanticón, cultureta, graciosillo…) y no me cabe la menor duda: el mío va de caracoles pero, ¿acaso esto es suficiente? No sé, chicos, no sé. Además, me inquieta pensar que, tal y como está el mundo, cualquier día puedo encontrarme con que familiares y amigos me han demandado por no respetar su intimidad.

Ay, una vez más, estoy consternada. No me malinterpreten, nada más lejos de mi intención buscar palabras de aliento para esta bitácora; se trata de un conflicto estrictamente personal y, además, ya he superado la crisis. El caso es que no sé si lo que estoy haciendo está bien o puede traer graves consecuencias o, lo que es peor, puede no traer ninguna. En fin, de esto sabe mucho más dios.

-¿De verdad vas a subir esto al blog?
- Pues mira, sí. Principalmente para que tú, maldita conciencia, no te quedes con la última palabra. ¡Chincha revincha!

¡Disfruten de este caluroso día, caracoles!

3 comentarios:

Sonia dijo...

En fin, de esto sabe mucho más Dios. Subráyolo.

Hace un rato, cuando estaba echándome la leche en el vaso (que, por cierto, qué rica está la leche aquí y lamento no decir lo mismo del queso)pensaba: "¿pondrá alguna vez fotos de su realidad?" y la humana nat contestó a mi pregunta de hoy. Qué quieres que te diga... (como lectora del blog de los caracoles, digo)... siento debilidad por los humanos humanos.

Homenajeo a la receptora que le corresponde decir: ¡Linda!

Sonia dijo...

Y lo digo:

"¡Linda!"

Álvaro Ramírez dijo...

Espero que no se te ocurra suprimirlo...
un beso muuuuu fuerte desde Lituania :)