Estoy loca de contenta, caracoles. Ya he puesto la lavadora con bragas, calcetines y camisetitas y dentro de un rato escribiré la lista de la compra para la “fiestecilla” de despedida: el jueves, dios y Air Berlín mediante, pisaré territorio español y, como les digo, estoy loca de contenta.
Loca por ir y volver a aquellos lugares que siento más míos. Por ir y volver, con todo lo que ello supone. Por encontrarme con ustedes, por la posibilidad de conversar. Por los suavitos de mi madre y el embarazo de mi hermana. Por mi padre, que está hecho un campeón. Bueno y por todas esas cosas que le faltan a uno cuando está fuera casa. Y por Ciudad Real, claro.
Tengo todos los humores alterados a partes iguales: estoy nerviosa y tranquila, triste y alegre, con ganas de Fontana y de conversación de la buena. Estoy loca de contenta. Y, como yo ya he hablado demasiado por aquí, estoy deseando escucharles a ustedes.
Sigo con aquello del balance del 2008 y ayer caí en la cuenta de que este año me fue mucho mejor aplicando esas estúpidas e inevitables promesas que uno se promete con las uvas antes de que el 2007 acabase. Por eso no voy a dejar para el 2009 lo que se ha cocido en el 2008 y por eso esta vez sí he venido a hablarles de mi libro, caracoles, y hoy les empiezo a presentar En primera persona.
"En primera persona", así se llama una de las carpetas de mi ordenador que contiene textos que no van a parar a Un mundo mejor para los caracoles y tampoco tienen un destinatario concreto.
No quiero dejar que se acabe el año sin hacer nada con eso que llamé "mi primer libro" cuando lo di por concluido allá por agosto, aunque sigo inflándolo de vez en cuando. He barajado muchas opciones pero ninguna me agrada más que compartirlo con ustedes. Compartirlo con quien pasa y se queda en Un mundo mejor para los caracoles, porque aquí empecé a sentirme escritora y porque aquí escribo, claro.
Y esta vez, caracoles, les pido su participación y su opinión más constructiva. Porque si bien es cierto que la mirada caracol está impresa y bien impresa en ese conjunto de monólogos o diálogos, convengamos que ese conjunto de monólogos o diálogos que conforman En primera persona son algo distinto. No hablo de mi madre, luego son algo muy distinto y no encajan del todo en este nuestro blog, por eso su opinión es fundamental para mí.
En el post inmediatamente inferior encontrarán la introducción a En primera persona y algo así como una descripción del blog desde la perspectiva de hoy, diez meses después de que fuese concebido. Ay madre, diez meses...
Qué mejor manera de empezar con buen pie el 2009 que echando a andar ya en el 2008, ¿no les parece?
Buenos días, caracoles
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