domingo, 22 de febrero de 2009

¿Qué no arreglará la paella de mi madre?

-Hola, Garzón. Yo soy Nata y ella es Amelia, mi madre. Hemos venido a invitarte a una paella.

- Verás como se te quita la ansiedad en un periquete.

-¡Paella! Qué bien, es mi comida favorita.

-He de decir que a mí no me llenas el ojo del todo pero mi madre dice que eres todo un profesional, además de muy guapo.

-¿Cómo dices eso, hija?

-¡Pero si me lo acabas de decir! Mi madre es una mujer casada, Garzón, no tienes nada que hacer con ella, ¿mejor así, mama?

-No le hagas caso, Baltasar, ¿cómo te encuentras?

-Tengo ansiedad.

-Ya, algo hemos leído en la prensa. Trabajas demasiado.

-Un juez nunca trabaja demasiado.

-Nosotras también le tenemos tirria al PP.

-¿Tirria? No sé qué significa esa palabra. En cualquier caso, quiero dejar claro que no tengo nada en contra del PP. Yo sólo hago mi trabajo.

-Sí, claro. En el mismo caso, nosotras sólo queremos animarte a que sigas con tu trabajo. No te inhibas.

-Pues a lo mejor tengo que inhibirme.

-No les hagas ni puto caso, no te inhibas. Lo estás haciendo muy bien.

-Ay chicas, yo no soy perfecto pero es que ellos lo han hecho tan mal…

-Por eso no puedes inhibirte.

-No, si yo no querría inhibirme.

-Pues no te inhibas.

-Mama, ¿qué es inhibirse?

- ¿No sabes qué es inhibirse? Inhibir, en este contexto, es “decretar que un juez no prosiga en el conocimiento de una causa por no ser de su competencia”.

-Ah, entonces no te inhibas, hombre. Una cosa más, ¿vosotros no tenéis hambre?

-Sí.

-Sí.

-Perfecto, yo voy haciendo la paella mientras tú le sigues haciendo la pelota a este señor. No olvides que eres una mujer casada, mama.

- Si no querías que viniésemos aquí sólo tenías que haberlo dicho, hija. De todas formas, a ver si te bajas los humos de una vez. No te das cuenta de toda la mierda que ha empezado a levantar este buen hombre, ¡tenemos que evitar que se inhiba! Desde que haces paellas para 30 personas en el kinderdorf no hay quien te aguante.

-Lo sé, lo siento.

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