martes, 15 de abril de 2008

Desordenada habitación



Se está rompiendo el hechizo familiar y mucho me temo que se acerca el momento de buscar un trabajo en serio antes de que mi reconciliación con Socuéllamos empiece a mancharse. Todo bien con mi gente de aquí pero ya me están quemando los pies.

Después de casi seis años viviendo a mi manera, volver a la dictadura de Amelia ha sido toda una aventura que creo las dos hemos disfrutado. Tenemos nuestros tira y afloja pero, sin lugar a dudas, nos pongo un sobresaliente. Esta mañana, cuando estaba inmersa en mi habitación, Amelia me pidió por favor ordenase el escritorio porque apenas se me veía entre esa montaña de libros y papelajos. Yo me giré rápidamente y le dije “tienes toda la razón, voy a ordenar un poquejo esto” y me puse manos a la obra a eliminar los archivos que había descargado para cosas puntuales y que ya no necesitaba, a guardar en la carpeta de música los discos que me voy bajando… en fin, me puse a colocar el escritorio de mi ordenador para poder verme entre esa montaña de iconos. (Foto: el fondo de pantalla de mi computadora).

Caracoles, ¿no os parece fascinante? ¡Estamos asistiendo a una verdadera revolución tecnológica! Yo no soy especialmente vanguardista y, dejando a un lado el uso que se pueda hacer de todo esto, he de reconocer que me chiflan estos nuevos vehículos de información, comunicación, entretenimiento, etc.

Mi única queja atenta contra los i-pods por varios motivos. En primer lugar, el riesgo de que la espiritualidad que inspira un viaje en transporte público se rompa no sólo depende de esos dos que se empeñan en que todo el autobús o vagón se entere de su conversación gracias al vocerío que se traen… ahora también hay que contar con que un individuo decida escuchar su música a toda leche ¡si todavía los perjudicados pudiésemos disfrutar de la calidad del sonido como el individuo en cuestión!

Además, desde que la gente usa esos cacharros me resulta mucho más complicado hablar con desconocidos. Y es que mi estrategia para conocer a gente cuando estoy en un sitio nuevo consiste en observar el panorama de una calle, localizar a la persona con la que creo puedo sintonizar, echar a andar delante de ella, girarme violentamente y darle un sustito. Si he acertado, la persona en cuestión no tendrá ningún problema en ponerse a charlar conmigo y ¡asunto resuelto! Ya conozco a una persona en ese nuevo lugar.

Pero cada vez me resulta más complicado porque cuando una persona lleva un i-pod va totalmente inmersa en su mundo y yo no soy quien para romper ese momento. Puede darse el caso de que, alguien que camina sin i-pod, vaya igualmente disfrutando del momento consigo mismo pero, ¡se siente! eso yo no lo sé, así que no me da tanto reparo interrumpirle. Si gusta, me sigue el rollo y, si no, pues sigue caminando y santas pascuas. No hay problema.

En fin, esto de la tecnología tiene su doble cara, como todo. A día de hoy, conmigo gana la parte positiva. Sin ir más lejos, este blog me da muchas alegrías, el Messenger ni os cuento y, desde luego, la vida en un pueblo con una biblioteca de risa y un videoclub de películas de tres al cuarto se hace mucho más llevadera adsl y móvil.

12 comentarios:

Sonia dijo...

Estoy totalmente de acuerdo. La gente puede ir inmersa en su mundo cuando no va escuchando su propia música, sí, y puede cagarse en to lo más barrío cuando tú, loca, los asustas pero al menos existe aún una conexión entre el mundo del individuo en cuestión y el mundo real. Nos vamos a volver locos. Dejando a un lado lo peligroso que es llevar un aparato de esos por la calle es que no es sólo eso, es que anulamos el desarrollo del resto de nuestro sentidos. La vista y el olfato van a piñón y no se enteran de la misa la mitad. Y el oído... En fin, no más falta de percepción, por favor.

Oye, ¿y has ordenado el escritorio entonces?

La triunfada sería, de todas todas, que Amelia tuviera internet.

Ais.

Sonia dijo...

¿Te quieres creer que siempre que quiero publicar un comentario tengo que repetir la parte de "verificación de la palabra"? Y porque no tengo i-pod...

P.S. Por lo que uno ve en la foto... acogedor hogar el tuyo mexicano.

Otro P.S. Cumple de Jordi!

Anónimo dijo...

Me interesa saber cómo eliges al peatón que puede congeniar contigo. Sé sincera.
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Ahora todos nos movemos como en una película: Miras lánguidamente por la ventana del autobús pensando en lo complicada o en lo triste que es tu vida y de fondo (en las pelis no se sabe de dónde, llámalo cosa extradiegética) se oyen los acordes depresivos de Sigur Ros. Coño, Sofía Coppola no ha inventado nada.
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No sé cómo te pueden molestar las conversaciones a gritos. Así es mucho más fácil enterarse de qué hablan los que van a tu lado. A mí me encanta ser cotilla.
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Hoy casi he entendido lo que escribe Sonia. He tenido que hacer el pino frente al monitor y centrifugarme yo a mí mismo. Lo de "cagarse en lo más barrío" y otras expresiones por el estilo me han ayudado. Pero aún necesito un algo, una piedra rosetta, un diccionario...

Unknown dijo...

no estoy de acuerdo con lo del ipod. Resulta que cuando vas por la calle, de camino al trabajo (por ejemplo) y es un trayecto que haces a diario, que ves a la misma gente, que tropiezas con las mismas baldosas sueltas de cr, que cruzas las mismas aceras, es genial hacerlo al ritmo de .. cualquier cosa. A veces se te escapa cantar en voz alta.. yo me parto cd me pasa..

ottoreuss dijo...

Las baldosas-trampa son tan parte de Ciudad Real como las gachas y el pañuelo de 'yerbas'

A mí no me gusta llevar los oídos tapados por la calle

Anda nata, si te has hecho un bló!

ottoreuss dijo...

Por cierto, a la que se le olvida la verificación de la palabra: en tu villa ésa es que no os han enseñado a leer hasta abajo¿?¿?

(este mensaje no lo leas, Laura, sólo es para 'chinchar')

¿Quién? dijo...

Hoy sólo he ordenado el escritorio del ordenador, a ver si mañana me atrevo a meterle mano al otro.

P., lo de localizar al peatón perfecto depende de infinidad de factores que podríamos resumir en uno sólo: asusto a la persona que, en cuestión de segundos, mejor rollito transmita.

Desde la perspectiva de laurita lo del ipod parece divertido. Jo, pero es que yo no puedo llevar un cacharro de ésos porque tengo la impresión de que pierdo el equilibrio al andar!

Ot, esto no es blo, es caracoles´s home!

Sonia dijo...

¿Te quieres creer que cuando leía tu entrada y te imaginaba con un cacharro de esos (laura, ríete)te he imaginado dando tumbos? xDDD Me ha hecho gracia que dijeras lo de perder el equilibrio.

Y al de rojo, pero qué le habrá hecho mi pueblo¿?¿?¿? Con lo bien que lo tratan entre Beats y Corralas y días nuevos que llegan gracias a tu hermano el madrugador...

Aquí dice: qnuxtb y eso voy a escribir... crucemos los dedos.

Igual es que no leemos, ay, que no leemos.
q
...
n
...
u
...
x
...
t
...
b
...

(Segundos después)

Lo odio, lo odio! de verdad, qué le habré hecho yo a la tecnología!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

fptsniy

a ver...

Sonia dijo...

A ver qué le cobras... Siempre a la segunda... ¿Y quieres tú, laurita, que vaya con un chucho de esos por la calle? Sí, sí... Me quedo con los sustos!

lqynkvs

Sonia dijo...

Yeah ;)

ntzmrlh

Sonia dijo...

Jiji... : )

Me sale!

nnqonja

Anónimo dijo...

Es lo que tiene atravesar los Andes a nado: que acabas colocado de oxígeno.