jueves, 24 de abril de 2008

You are talking German, baby

Yo antes tenía un móvil con tapa. Normalmente no gusto de concederle más connotaciones de las estrictamente necesarias a los objetos; sin embargo,creo firmemente que disfrutar de un móvil con tapa en según qué momento de la vida puede marcar un antes y un después en ella, como me ha pasado a mí.

Imagino que todos en algún momento hemos necesitado aferrarnos a algo que nos dé un empujoncito externo para echarle más energía al asunto. Pues bien, durante un período no excesivamente largo, mi móvil con tapa hizo las veces de motor para mí. A pesar de encontrarse sin saldo en la mayoría de los casos, puedo decir que mantuve conversaciones, reí, conté, pregunté y contesté protegida por un aura de seguridad a todas luces motivada por algo tan nimio como abrir la tapa de mi móvil antes de pulsar “aceptar” para iniciar la conversación. Ese pequeño gesto, aparentemente ridículo y banal, me recargaba las pilas hasta límites insospechados.

A veces, incluso sin ver quién estaba al otro lado de la llamada o del mensaje, destapaba mi celular con cierta violencia, con firmeza. Resumiendo: puedo decir (y digo) que tener un teléfono desplegable imprime carácter en el individuo.

Ahora tengo un Siemens sin tapa porque el Motorola de mi hermana (mi antiguo móvil con tapa) se estropeó y ¿saben qué? No noté la ausencia de ese empujoncito hasta que otro empujoncito ha entrado en mi vida: hoy he empezado con las clases de alemán.

No cabe duda de que cada idioma requiere su sensibilidad excepto, si me lo permiten, el inglés. Y es que, de tan funcional como se ha vuelto la lengua británica, ha perdido todo encanto, al menos para mí. El caso es que mientras para hablar francés tenemos que ponernos ñoños o portugués, juguetones; para adentrarse en la lengua germana es necesario cierto coraje. El alemán exige espalda recta y hombros levantados. Y nada de dejar la mirada suspendida en el infinito. You are talking German, baby.

Ay, caracoles, estoy realmente feliz por haber vuelto a tener una fuente de energía y también por aprender un idioma en el que mi cerrado acento manchego lejos de ser un impedimento es una baza a mi favor: Ich ist Nata: yo soy Nata. Y también tengo muchos deberes y estoy realmente cansada.

Un día agotador, disculpen la pobreza de mi entrada y el retraso.

Auf Wiedersehen

5 comentarios:

Sonia dijo...

Ich liebe dich von ganzem Herzen.Du Glücklicher, offen und ehrlich. Du bist bodenlos... Ay!

Diccionario básico para du:
-Scheibenkleister!=Me cago en diez (no viene Dios).
-Sich anschließen, wenn etwas zu vergeben ist=a eso yo me apunto.

-Sag bloß!= ¡no me digas! (no viene "mames").

-Ich habe dabei kein Problem= yo en eso no tengo problemas.

-Ich habe vier freunde ansprechends (ésta la he hecho yo)= yo tengo cuatro amigos simpáticos.

-Ich habe mir nichts vorzuwerfen= yo no tengo nada que reprocharme.

;)

Cuando te enteres de cómo se dice "Feliz año nuevo" acuérdate de Alcazul que se lo tuvo que aprender con la siguiente forma fónica: [folles o no folles, ya].

Bom dia, boa tarde, boa noite! Tontona que estoy...

Sonia dijo...

¿Y cómo es que ya no salen las letras con las que tanto me entretenía?

Chuuuuuuuuuuuuuuuuus!

Anónimo dijo...

POEMA EN LÍNEA RECTA

Nunca conocí a nadie que se hubiese llevado dos hostias.
Todos mis conocidos son campeones de todo.

Y yo, tantas veces ruin, tantas veces guarro, tantas veces vil.
Yo tantas veces incontestablemente parásito.
Inexcusablemente sucio,
Yo, que tantas veces no he tenido paciencia para bañarme,
Yo, que tantas veces he sido ridículo, absurdo,
Que he metido los pies en público bajo alfombras de lujo,
Que he sido grotesco, mezquino, sumiso y arrogante,
Que he sufrido humillaciones y he callado,
Que, cuando no he callado, he sido más ridículo aún.
Yo, que les he parecido cómico a las criadas de hotel,
Yo, que he visto cómo se guiñaban el ojo los botones al verme,
Yo, que he cometido vergüenzas financieras, he pedido prestado y no he pagado,
Yo, que cuando llegó la hora del golpe, me he agachado,
para ponerme fuera de su alcance;
Yo, que he sufrido la angustia de las pequeñas cosas ridículas,
Yo certifico que en esto no hay nadie semejante a mí en todo el mundo.

Entre toda la gente que conozco y que habla conmigo,
nadie hizo nunca el ridículo, nadie sufrió una humillación,
nunca han sido más que príncipes -todos ellos príncipes- en la vida.

¿Quién me dejará oír de una voz humana?
¿Quién confesará, no un pecado, sino una infamia?
¿Quién contara, no una violencia, sino una cobardía?
No, son todos el ideal, cuando los oígo y me hablan.
¿Quién hay en este mundo que me confiese que una vez fue vil,
oh, príncipes, mis hermanos?

¡Joder, estoy harto de semidioses!
¿Dónde hay gente en este mundo?

¿Acaso soy yo el único vil y erróneo sobre la tierra?

Las mujeres podrán no haberlos querido,
podrán haber sido traicionados, ¡pero ridículos nunca!
Y yo, que he sido ridículo sin haber sido traicionado,
¿cómo me atrevo a hablar con mis superiores sin titubear?
Yo, que he sido vil, literalmente vil,
vil en el sentido mezquino e infame de la vileza.

Sonia dijo...

Alguien me dijo que en el "yo" está la originalidad así que no voy a llevarle la contraria...

Sin embargo, como "(él)" lector sí que profeso una indudable consciencia de gente, de humana, con sus toques de humanidad que dicha esencia acarrea de vez en cuando.

Sin más, como ojos que ven y reaccionan, ¿a qué tanta pregunta?

Fundaré una plataforma para todo aquél que también vea el futuro en una huerta de tomates.

Con todo, inmediata respuesta: "Alguien me dijo que en el "yo" estaba la originalidad así que no voy a llevarle la contraria..."

¿Quién? dijo...

Ups, sería "you are speaking German", isn't it?

Cada loco con su tema :)

Si el cielo existe, seguro que huele a tomate.